Algunos de los amigos que conocí allá.
Pasan los días, a veces a ritmo urbano y otras como en esta ocasión, al compás del ciclo del sol. Acabo de volver de la Unidad Cooperativa nº1 de Cololó, Soriano, en tierras bañadas por el Río Negro, el mayor del país después del Uruguay.
En compañía de Mario Costa, su gerente, conocimos el funcionamiento de esta cooparativa con practicamente cincuenta años de vida, que hace unos pocos estaba deshauciada y que gracias a la valentía y competencia de algunos valientes se reflotó logrando saldar una tremenda deuda y, lo mejor de todo, permitiendo que muchas familias de productores hoy puedan vivir muy dignamente del campo y en un entorno que, sinceramente, lo encontré paradisiaco. Son 22.000 Ha. de terrreno en el que caben diferentes explotaciones, todas trabajadas en régimen de cooperativa: ganadería vacuna y porcina, cultivos de cereal, una quesería en la que hacen además el mejor dulce de leche que he probado hasta ahora, etc. Además las diecisiete familias que viven allá disponen de escuela y otros servicios sociales básicos. La actitud cooperativa no se limita al plano estrictamente productivo. También las relaciones de convivencia están basadas en la solidaridad y la ayuda mútua. Basta decir que las viviendas no tienen nigún tipo de cerco y suelen estar abiertas y aunque hay espacio para la privacidad, el día a día se apoya en el contacto social.
Nuestra vivienda por unos díasNo fui el primero en llegar y una cuadrilla de doce estudiantes que por su edad podrían ser alumnos míos habían llegado el día anterior. Conocimos juntos el funcionamiento de Cololó a través de Mario y Gabriel, sus máximos responsables, que en todo momento estuvieron al lado nuestro.
Ahora estoy en Montevideo, por poco tiempo, porque el lunes saldré para Salto donde comienza mi segundo periplo sobre dos ruedas. La idea es ir bajando el curso del Río Uruguay hasta Colonia. Este río hace frontera natural con Argentina y dá nombre al país explicando la denominación completa del mismo (República Oriental del Uruguay) desde que en 1830 el General Artigas y sus huestes -los famosos Treinta y Tres- lograron la independencia para la banda oriental del río arrancada al Virreinato del Río de la Plata (que me perdonen los autóctonos que hayan descubierto algún error histórico).
Bueno, pues eso, que nos estamos viendo. Hasta pronto.
Emilio
Hola. Te saludamos desde Madrid (esa ciudad fantástica ensuciada actualmente por espías y corrupciones varias) Lucio y Amparo. Da gusto leer tus crónicas,porque, a pesar de los "sufrimientos" padecidos (tipo deshidrataciones, cansancios...), se nota como estás disfrutando del viaje. Sigue haciéndolo porque nosotros, en la distancia también lo hacemos leyéndote. Muchas gracias por acercarnos de esta manera a Uruguay. Realmente dan ganas de coger la mochila. En fin, cuídate mucho, sigue disfrutando y muchos besos.
ResponderEliminarHola Emilio
ResponderEliminarLa casita no parece mal.Te habrá venido bien descansar comodamente después de tantas penurias.
He revisado los datos de la explotación.
22000 Ha entre 17 familias tocan a casi 1300 Ha por familia.Eso aqui es una enormidad, salvo que la mayor parte del terreno no esté cultivada , lo que no estaría mal.
Cuidate mucho que te queremos íntegro,de mente y cuerpo , a la vuelta para que nos cuentes personalmente la aventura.
Angel (León Felipe)
Es cierto, el melenas que está a tu lado en la foto podría ser Juan Pablo Villanueva en sus tiempos de no estudiar, y los otros pues para que recordarte malos rollos... Cuanta falta haría el cooperativismo por aqui para dar salida a los productos y a una tierra olvidada, cada vez más latifundista y donde sus habitantes incomprensiblemente solo desean marchar a la gran ciudad.
ResponderEliminar¡Por cierto, a 7 del BarÇa y remontando!!!!
Soy Roberto. Hoy hemos disfrutado de un paseito por el campo en el valle del Jerte aprovechando que fueron por allí unos amiguetes... No es el Uruguay pero seguro que también te habría gustado.
ResponderEliminarCuidate en tu viaje con la chiva. Te seguimos paso a paso.
Gran experiencia de autogestión uruguaya, interesante conocer detalles y sensaciones de esos lugares que ya hubiera añorado el mismísimo Kropotkym. En Madrid empieza a haber tiempo de Retiro... pero aquí la autogestión es cosa exclusiva de la Aguirre.
ResponderEliminarSaludos.
Olá
ResponderEliminarObrigado por continuares estas pedaladas digitais, para nos manteres a par das tuas andanças. Esta deve ter sido uma muito boa experiência, com agricultura a funcionar bem e exemplo de como deve ser a agricultura, promovendo valores humanos que cada vez mais são difíceis de encontrar na sociedade "desenvolvida".
Abraços desde Vagos